27 de abril de 2016

Auschwitz - Experimentos Médicos - Legendado

Video Tour AUSCHWITZ - BIRKENAU - Schindler Factory

21 de febrero de 2015

 
POLÍTICADOMINGO 15 DE FEBRERO 2015

El Estado Islámico difundió la decapitación de 21 rehenes egipcios en Libia

En la grabación, publicada en foros yihadistas, se ve a un grupo de terroristas llevar a los cautivos, vestidos de naranja, a una playa. Allí son forzados a ponerse de rodillas antes de ser ejecutados. IMÁGENES EXPLÍCITAS
Rehenes egipcios ejecutados por el ISIS. IMÁGENES EXPLÍCITAS
Rehenes egipcios ejecutados por el ISIS. IMÁGENES EXPLÍCITAS
Los terroristas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) difundieron hoy un video en el que muestran la decapitación de unos 21 hombres, a los que identifican como egipcios cristianos coptos (cristianos ortodoxos) capturados en Libia.
En la grabación difundida por internet, se ve a al menos diez hombres con vestimentas naranjas, arrodillados y con las manos esposadas en la espalda, decapitados por sus secuestradores, vestidos de negro. De acuerdo con los foros yihadistas, en total son 21 rehenes.
El video, de cinco minutos de duración, se titula "Un mensaje firmado con sangre para la nación de la cruz" y está dirigido a "la gente de la cruz, seguidores de la hostil iglesia egipcia". De acuerdo con la agencia de noticias AFP, el lugar donde ocurren las ejecuciones es Trípoli, la capital libia.
En el último número de la revista internet del ISIS, Dabiq, el grupo terrorista anunciaba que había capturado a 21 rehenes egipcios, con fotos en las que se los ve con un fondo similar al del video de este domingo.
Los hombres habían sido tomados como rehenes en enero pasado. Un vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto había confirmado que se habían producido los secuestros en dos incidentes separados en Libia.
A principios de febrero, el ISIS difundió un video en el que mostraba cómo era quemado vivo el piloto jordano Maaz al Kasasbeh, capturado luego de que su F-16 se estrellara en Siria en diciembre.
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, anunció hoy la convocación urgente del Consejo de Defensa tras la difusión del video. El Consejo Nacional de Defensa reúne, además del jefe de Estado, al primer ministro, los ministros de Defensa y de Interior y la plana mayor de las Fuerzas Armadas.
Las milicias islamistas en Libia acusaron recientemente a Egipto de enviar aviones para bombardear sus posiciones, lo que niegan las autoridades de El Cairo.

Ver más:

 

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21 de septiembre de 2014



  1. ¿Por qué Japón no tiene problemas con el islam?
  2. De acuerdo con el Sr. Komico Yagi (Jefe Departamental de la Universidad de Tokio), "Existe una percepción en los Japoneses de que el Islam es una religión para mentes muy estrechas, y que se debe permanecer lejos de ella".
  3. ¿Alguna vez te has enterado por los medios que un político, un líder o un primer ministro de una nación islámica hayan visitado Japón? ¿Has visto en las noticias que algún dignatario de Irán o un príncipe de Arabia Saudita hayan visitado Japón?
  4. Japón es un país que ha mantenido el Islam a raya. Japón ha puesto restricciones estrictas sobre el Islam y a TODOS los musulmanes.
  5. a) Japón es la única nación que no da ciudadanía a los musulmanes.
  6. b) En Japón no se da la residencia permanente a los musulmanes.
  7. c) Hay una prohibición fuerte sobre la propagación del Islam en Japón.
  8. d) En las Universidades de Japón, no se enseña el idioma árabe o la religión Islámica.
  9. e) No se puede importar 'El Corán' publicado en idioma árabe.
  10. f) De acuerdo con datos publicados por el Gobierno japonés, se ha dado residencia temporal a sólo doscientos mil musulmanes, los cuales deben seguir la ley japonesa de la tierra. Estos musulmanes deben hablar japonés y llevar a cabo sus rituales religiosos sólo en sus hogares.
  11. g) Japón es el único país del mundo que tiene un número mínimo de embajadas de países islámicos.
  12. h) Los japoneses no son atraídos por el Islam.
  13. i) Los musulmanes residentes en Japón son sólo los empleados de empresas extranjeras.
  14. j) Aún hoy, no se conceden visados a los médicos, ingenieros o administradores musulmanes enviados por empresas extranjeras.
  15. k) En la mayoría de las empresas, incluyen en sus políticas que solamente los no musulmanes pueden solicitar un empleo.
  16. l) El Gobierno japonés es de la opinión que Los musulmanes son fundamentalistas, y que incluso en la era actual de la globalización, no están dispuestos a cambiar sus leyes musulmanas.
  17. m) Los musulmanes no pueden ni siquiera pensar en alquilar una casa en Japón.
  18. n) Si alguien llega a saber que su vecino es Musulmán, informa a todo el barrio para estar alerta.
  19. o) Nadie puede iniciar una célula islámica o árabe en Japón.
  20. p) No hay ninguna ley (Sharía) personal en Japón.
  21. q) Si una mujer japonesa se casa con un musulmán, será considerada un paria para siempre.
  22. r) De acuerdo con el Sr. Komico Yagi (Jefe Departamental de la Universidad de Tokio) "Existe una percepción en los Japoneses de que el Islam es una religión para mentes muy estrechas, y que se debe permanecer lejos de ella".
  23. s) El periodista Mohammed Juber recorrió muchos Países islámicos después del ataque del 11S, incluyendo Japón. Encontró que los japoneses estaban seguros que los extremistas no podrían hacer ningún daño en Japón.
  24. ¿Podremos seguir aprendiendo algo de Japón?
  25. http://www.alertadigital.com/2012/11/30/por-que-japon-no-tiene-problemas-con-el-islam/


  26. Con la tecnología de Blogger






isis
Las imágenes se repiten en Irak, Siria y Gaza. Multitudes se agrupan en las plazas, ocupan lugar como si fuera una cancha de futbol y esperan la mejor exhibición – de acuerdo al anuncio de las autoridades- en manos de los encapuchados. Los sentenciados a muerte, son conducidos hacia la pared con los rostros cubiertos y las manos atadas. Sus vidas y sus muertes cumplen con el rol principal de la obra. Vestidos de negro les quitan la vida con ardiente plomo y dejan sus cuerpos sobre el podio, para que el público pueda acercarse, mirar, oler la sangre y llevarse fotos de recuerdo. Así, fueron ejecutados en Gaza, el fin de semana, 21 palestinos “acusados” por un jurado de campo, de colaboración con Israel.
No hace mucho fue informado sobre la ejecución de más de 30 palestinos en Gaza, en un marco semejante.
En toda confrontación con Israel, Hamas se comporta de un modo similar. Durante “Pilar Defensivo”, (noviembre, 2012), los hombres de Hamas exhibieron uno de los cuerpos en una exposición festiva de motos, en las afueras de la ciudad. Durante la Operación de “Plomo Fundido”, (enero 2009) Hamas ejecutó a, por lo menos, 32 palestinos acusados de espionaje.
La sangrienta cuenta es larga e incluye a rivales políticos. La organización de Fatah se cobró 465 víctimas, asesinadas por Hamas en el marco del conflicto entre organizaciones, lo que condujo al apoderamiento de Hamas sobre la Franja de Gaza. En las últimas semanas se informó sobre los disparos contra activistas de Fatah, que se resistieron a las indicaciones de Hamas a permanecer en sus hogares. Las ejecuciones fueron el botín de los activistas islámicos extremos, que se atrevieron a enfrentar a Hamas.
Hamas, por su parte, se enorgullece de su supremacía sobre los judíos, al declarar, una y otra vez, “Nosotros deseamos la muerte más que lo que ustedes aman la vida”. La aspiración a morir, la muerte santa a favor de Alá y la aspiración al asesinato, se volvió parte de la cultura (de Medio Oriente y Hamas, la Jihad Islámica, al-Qaeda y el “estado islámico” ISIS).
Desde la revolución islámica en Irán, a fines de los años 70, la sociedad palestina atravesó un agitado proceso de radicalización islámica. Bajo el gobierno de Hamas en Gaza, se puso énfasis en la construcción de una “nueva generación” que pasó por un adoctrinamiento islámico extremo, para conducir a la meta de la liberación de Palestina. En la actual realidad, en la que el Islam extremo representa fuente de inspiración y atracción para miles de jóvenes de todo el mundo que migran a los ámbitos de la Jihad, la probabilidad de crecimiento de las fuerzas liberales y deseosas de paz en Gaza, se perfila como ciencia ficción.
att cidipal

por: Pilar Rahola
Fuente:
La vanguardia

“Seducidos por la idea de un Dios de fuego, son una mezcla letal de nihilismo, épica y religión”
Lo más preocupante es la desmemoria. Como si esto hubiera empezado hace dos días y el mundo se horrorizara por primera vez ante tamaña barbarie. Aparecen viejos emboscados con nuevos nombres, y todo vuelve a empezar. ¿Quiénes son, por qué nos matan? Y nadie recuerda que llevan décadas degollando, violando, masacrando sin ningún atisbo de humanidad, pertrechados en su ideología totalitaria. Es la hidra de las mil cabezas, pero, lejos de atacar el cuerpo, nos entretenemos en cortar las cabezas, sin aprender la lección de esta locura: que cada cabeza esconde el embrión de la siguiente. Y es así como volvemos a hacernos las mismas preguntas, incapaces de asumir la dureza de las respuestas.

Veamos. Ahora se llama EIIS, o DAESH, en su acrónimo árabe. Pero antes tuvo mil nombres: Al Qaeda, Comunidad del Monoteísmo y la Yihad, Consejo de la Shura de los Muyahidines… Y si en esa zona son el Estado Islámico de Iraq y el Levante; en Somalia son Al Shabab; en Nigeria, Boko Haram; en Palestina, Hamas; en Argelia, Al Qaeda del Magreb Islámico; en Indonesia, Jemaah Islamiya, y así un largo diccionario de nombres de la muerte. Han matado a miles de personas, desde Buenos Aires hasta Bali, desde Atocha hasta Londres, desde Nueva York hasta Beslan, desde Israel hasta cualquier rincón del planeta. Y en todos los lugares han quebrado los principios de la humanidad, cometido masacres en mercados y hospitales, hecho uso de ambulancias bomba y de escudos humanos, perpetrado degollaciones masivas, lapidaciones, crucifixiones, matanzas planificadas, como los 500 yazidíes quemados vivos por el EIIS recientemente. El relato del horror está poblado de tanta maldad como muerte, especialmente desde aquel febrero de 1998, cuando las organizaciones yihadistas se unieron en una fetua que autorizaba el asesinato de civiles “judíos y cruzados”, pero también musulmanes. Y desde entonces, no sólo no hemos ganado la partida, sino que el yihadismo es más fuerte, tiene más recursos, más militantes y más prestigio. Sólo cabe recordar que se cuentan por miles los jóvenes europeos que han sido reclutados para la yihad en Siria e Iraq. De España han salido cientos. Es decir, se trata de un reto totalitario mundializado, con recursos ingentes, comunicado planetariamente, seducido por la idea de un Dios de fuego y un ideal de conquista, y despojado de cualquier atisbo de humanidad. Es una mezcla letal de nihilismo, épica y religión. Sin embargo, a pesar de habernos declarado la guerra y de matar a miles de personas, continuamos sin atacar al cuerpo de la hidra, entretenidos en distraer a sus cabezas. Y ese cuerpo se alimenta de millones de dólares de países amigos, dedicados a una idea medieval de la religión; de imanes fanáticos que destruyen el cerebro de muchos jóvenes; del buenismo europeo, que aún habita en el apaciguamiento de Chamberlain. Están ganando la batalla, pero hemos decidido no verlo.

31 de agosto de 2014

HAMAS DECIME QUE SE SIENTE

Dos extranjeros explican por qué se unieron a ISIS y justifican las decapitaciones


Por Atika Shubert y Bharati Naik.
Londres – Los combatientes extranjeros en Siria e Iraq se han vuelto un gran dolor de cabeza para las autoridades de todo el mundo.
A muchos les alarma el rápido aumento de la cantidad de occidentales que se han unido a los grupos militantes que tratan de establecer un califato islámico. Se han emprendido muchas investigaciones tras la decapitación del periodista estadounidense James Foley, ocurrida la semana pasada.

Hemos estado rastreando a los combatientes extranjeros que entran a Siria desde hace más de un año.
Durante este tiempo, nos encontramos con dos jóvenes que estaban dispuestos a hablar con nosotros a través de Skype desde el interior del país, en donde están ayudando a combatir a las fuerzas del presidente Bachar al Asad.
Hablamos con ellos por primera vez hace un par de meses y desde entonces hemos estado en contacto.
Tras mucho debatir —y mucha persuasión— accedieron a dar una entrevista desde el norte de Siria a través de Skype.
Parecía que estaban en un café internet clandestino. Como se esperaba, la conexión no era espectacular y fue necesario hacer varios intentos para poder hablar con ellos finalmente.
A pesar de que habíamos hablado antes con ambos, no fue fácil identificar cuál de los militantes enmascarados era cuál. Mientras tomaban asiento para empezar la entrevista, tuvieron cuidado de ajustar sus pañoletas para cubrir gran parte de su rostro.
Colocaron deliberada y cuidadosamente un AK-47 entre ambos. De forma involuntariamente graciosa y con un aire serio, se volvieron a presentar con sus sobrenombres yihadistas: Abu Bakr y Abu Anwar.
Abu Bakr estaba dispuesto a hablar con nosotros y gradualmente accedió a traer a otros combatientes para que los entrevistáramos, proceso que se dificultó ya que tanto Bakr como Anwar cambian de lugar cada par de meses.
Abu Bakr no nos dijo de dónde es, pero Abu Anwar es británico. "Soy del sur de Inglaterra", explicó. "Crecí en una familia de clase media. La vida era fácil en casa. Tenía una vida, tenía un auto. Pero la cuestión es que no puedes practicar el islam en casa".
"Vemos el mal a nuestro alrededor. Vemos pedófilos. Vemos homosexualidad. Vemos crímenes. Vemos violaciones. Y no podemos hacer nada al respecto porque nos obligan las leyes del kafir (infiel)".
Al principio, ambos combatientes llegaron a Siria para unirse a la alianza rebelde que se oponía al régimen de Bachar al Asad, pero ahora creen que es más importante establecer un califato islámico.
Cuando le preguntamos a Abu Anwar si tenía algún mensaje para sus amigos en casa, hizo un llamado a unirse a la lucha.
"Dejen las tierras de la infidelidad y partan hacia las tierras del islam", dijo. "En Raqqa tenemos un Estado islámico. Alhamdulillah (todos alaban y dan gracias a Dios) ahora en Iraq. Pido a todos mis amigos musulmanes que hagan la hégira (el viaje sagrado) hacia estos Estados islámicos".
En todas nuestras conversaciones, ambos hombres fueron corteses. Respondieron pacientemente a nuestras preguntas y estaban decididos a mostrarnos su punto de vista: para ellos, Estados Unidos es un país inmoral que está en guerra con los musulmanes.
En nuestra plática predominaron las discusiones de lo que para ellos eran injusticias estadounidenses, cosas como Guantánamo y lo ocurrido en Abu Ghraib.
También pidieron que se liberara a Aafia Siddique, una científica que estudió en Estados Unidos y a la que condenaron en 2010 por haber disparado a unos oficiales estadounidenses mientras estaba bajo custodia en Afganistán.
Abu Bakr empezó a agitarse cuando mencionó que se enteró de que hay otras musulmanas bajo custodia de Estados Unidos y que las tratan igual que a los hombres. Tanto Bakr como Anwar coincidieron en que esto era una total injusticia.
En nuestra más reciente entrevista les preguntamos acerca de la grabación de la muerte del periodista estadounidense James Foley.
"Cuando se publicó el video lo vimos en nuestra base y uno de nuestros hermanos lo descargó. Mi reacción inicial fue pensar que esta había sido una reacción directa a los crímenes que Estados Unidos ha cometido contra el Estado islámico", dijo Abu Anwar.
Abu Bakr agregó: "pensamos que el Estado islámico realmente no tiene otra opción. Estados Unidos tiene la tecnología, pero eso no significa que puedan llamar a cualquier país ni bombardear a quien quieran sin detenerse por nada. ISIS trató de negociar el intercambio con un prisionero musulmán, trató de negociar un rescate con ellos, pero ellos son demasiado arrogantes para verlo. Pensamos que estuvo muy justificado y pensamos lo que el mismo James Foley dijo… que su verdadero asesino era Estados Unidos".
Su interpretación del islam es radical y extremista: su sentido de la justicia es medieval y dicen que el Consejo Musulmán de Gran Bretaña, la mayor organización musulmana de Reino Unido, son apóstatas. Les preguntamos si considerarían llevar a cabo una ejecución por decapitación.
"Esa es la forma islámica de ejecución y solo haremos lo que complazca a Alá", respondió Abu Anwar.
"Si eso significa cortar el cuello a los enemigos del islam, entonces estaremos más que complacidos de hacerlo. Me gustaría conocer al Señor Alá y contarle lo que hice por su religión. Espero que Dios me dé la oportunidad de hacer lo que el hermano hizo con James Foley. Ya sea James Foley, un soldado estadounidense o Bachar al Asad… mis manos están prestas a llevar a cabo este bendito acto".
Sin embargo, cuando le preguntamos por qué siguen apoyando a ISIS a pesar de que al Qaeda condenó la brutalidad del grupo, inicialmente tuvieron dificultades para responder y su determinación se tambaleó.
"Es una diferencia táctica", explicó Abu Bakr. "Básicamente, al Qaeda no dice que ellos son muy crueles. Hay diferencias operativas respecto a ellos. Además, estamos en desacuerdo con ellos. Pero hacemos lo que el islam permite. No importa qué grupo sea ni cómo se llame, ISIS o al Qaeda".
Pedimos que nos dieran más detalles sobre las batallas en las que habían combatido o en dónde se ubicaban, pero los hombres tuvieron cuidado de no revelar demasiado.
Nos enviaron fotografías de su entrenamiento básico en un campamento de los militantes; en una de las fotos, Abu Bakr está dentro de una trinchera y sostiene un rifle Kalashnikov.
El único momento en el que parecían hacer una pausa en su discurso islamista era cuando hablaban de su familia. Cuando le preguntamos a Abu Anwar qué diría su madre, calló y se rehusó a hablar de ellos.
Está claro que ambos esperan morir en Siria, ya sea en batalla o en lo que ellos llaman una misión de martirio: un ataque suicida en contra de las fuerzas enemigas. Abu Anwar dijo que su familia había perdido la esperanza de que regresara.

"No, ya no me piden que regrese. Al principio lo hacían, pero ahora saben que no regresaré. Así que no tiene sentido que gasten su aliento. Oramos mucho que Alá te dé éxito y que Alá acepte esta yihad de tu parte. Entienden que no regresaré y saben que no me volverán a ver en esta vida".

26 de agosto de 2014

Israel no es el problema. Por George Chaya*



En esta columna de hoy, bien podría compartir con ustedes algunos hechos históricos fascinantes de la milenaria cultura árabe.  También pensamientos y magníficas experiencias acerca de esa antigua cultura.
Pero claro, en estos días, todas las personas parecieran estar en carne viva, hablan, entienden y hasta pareciera que tienen la solución a lo que está sucediendo en Gaza, con el conflicto Palestino-Israelí. Me referiré a ello solamente de paso y, en todo caso, será tema de un próximo análisis.

Hoy prefiero dedicar la mayor parte de mi artículo a pensar con ustedes sobre la amplitud del escenario geográfico de aquella región que conocemos como “mundo árabe” y al impacto de los hechos que allí se producen, algo que abordé en varios de mis artículos y análisis por los últimos años.
Para ello, le solicito como lector localizarse específicamente en la zona que va de Marruecos a Pakistán, un área predominantemente árabe y musulmana, pero que también incluye significativas minorías de otras creencias.

Usted puede preguntarse por qué dejo de lado a Israel y sus asuntos.
La respuesta es: porque Israel, y cualquier problema relacionado con ese país, no importa qué pueda usted leer u oír en medios de comunicación del mundo, no es el eje central, ni jamás ha sido el trastorno de la zona de la que hablamos.
Contrario a ello, Israel no es parte del problema, más bien es parte de la solución a la locura generalizada y estimulada por el terror fanático e irracional.


La disfuncionalidad psico-sociológica de una región

Es cierto que sí existe un conflicto Palestino-Israelí desde más de 60 años. Pero no es allí donde se centra o radica el núcleo del asunto principal de la disfuncionalidad arabe-islámica.

            Los millones de seres humanos que murieron en la guerra entre Irán e Irak desde 1980 y hasta 1988, no tenían nada que ver con Israel.

            Los asesinatos masivos en Sudán, donde los islamistas están masacrando a sus ciudadanos negros no musulmanes, no tienen nada que ver con Israel.

            Tampoco con Europa o con EEUU.

            Los recurrentes informes sobre Libia y el asesinato de miles de civiles en una aldea u otra a manos de los fundamentalistas islámicos de Al-Qaeda -los mismos a los que Europa y el presidente Obama ayudaron a derrocar a Khaddafi-  no tiene nada que ver con las acusaciones árabes al imperialismo estadounidense, al colonialismo europeo o al sionismo israelí.

            Tampoco Saddam Hussein invadió Kuwait en su tiempo, ni puso en peligro a Arabia Saudita, ni asesinó gaseando masivamente a sus propios ciudadanos a causa de Israel.

            Egipto no usó gas venenoso contra Yemen en los años 60 a causa de Israel.

            El fallecido presidente sirio Haffez Al-Assad no mató en una semana a treinta mil de sus propios ciudadanos en 1982 en el pueblo de Hamma, en Siria, a causa de Israel, y lo mismo para con los más ciento ochenta mil muertos que ha sabido generar su vástago Bachar en los últimos tres años de la mal llamada primavera siria.

            Por cierto, en el campo sirio, “es penoso escuchar el silencio” de colegas de analistas occidentales que desgranaron aplauso los primeros días de la revolución siria ahora que la guerra civil es abierta ya no hablan de eso.

            El control criminal del talibán en Afganistán y la guerra civil en ese país, no tuvo nada que ver con Israel, con Occidente ni con cualquier forma de imperialismo que haya pretendido avasallar la cultura árabe islámica.

            El terror de organizaciones como Hezbollah, quien secuestro al Estado legal libanes, no tiene que ver con Occidente ni con los judíos.

            Lo mismo aplica para la organización terrorista Hamas, que asesinó y depuso la autoridad de sus hermanos palestinos representados por el presidente Mahmoud Abbas en la Franja de Gaza.


Usted puede tomarlo o dejarlo, pero si desea continuar leyendo, deberíamos pensarlo con amplitud, mal que les pese a los simpatizantes del terror yihadista, a los arabistas fanáticos y a la izquierda lunática internacional.

            Nada de esto, ni las masacres diarias entre chiitas y sunitas en el Irak actual tienen que ver con Israel.

            Pretender ocultar estos hechos o negarlos, no solo no le hace bien al mundo árabe, sino que resulta una afrenta a la verdad histórica sobre la crueldad de gobiernos y regímenes árabes para con sus propios ciudadanos.

El origen del problema al que hoy muchos asisten como testigos sorprendidos, es que esta región donde la ideología integrista avanzó y se afianzó exitosamente en distintos países fue convertida absolutamente en disfuncional en toda su extensión y, bajo cualquier estándar conocido por el mundo moderno.

Y lo cierto es que: “la región hubiera sido disfuncional aunque Israel se hubiera integrado a la Liga Árabe y una Palestina independiente hubiera existido desde hace 70 años”.

Los 22 países miembros de la Liga Árabe, desde Mauritania hasta los Estados del Golfo, tienen una población total de unos 500 millones de personas, casi tan grande como la Unión Europea antes de su expansión y, ocupan un área mayor que los EE.UU. o que toda Europa.

Estos 22 países, con todos sus recursos naturales y el petróleo, tienen un Producto Nacional Bruto (PNB) menor que el de los Países Bajos más Bélgica e igual al de la mitad del PNB de -solamente- el estado de California. Dentro de este exiguo PNB, las brechas entre ricos y pobres exceden la credibilidad y comprensión de un ser humano normal y bien intencionado. Allí, demasiados ricos acumularon su dinero no por triunfar en los negocios sino por ser gobernantes corruptos.

El estatus social de las mujeres es mucho peor de lo que era en el Mundo Occidental hace 200 años.




Los derechos humanos están por debajo de cualquier estándar razonable a pesar del grotesco ex presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, quien sostuviera cándidamente en su discurso de 2011, en la sede propia de la ONU su discurso más ridículo señalando que en Irán “no había prostitutas, ni existía tal cosa a la que denominar homosexualidad”.

Según el informe preparado por un comité de intelectuales árabes y publicado bajo los auspicios de Naciones Unidas en El Cairo, antes que Mubarak sea destituido por los islamistas de la Hermandad Musulmana, el número de libros traducidos por el mundo árabe entero era mucho menor que el traducido por apenas la pequeña Grecia.

Todo esto está sucediendo en una región que hace apenas 40 años la OPEP consideraba como la segunda zona más rica del planeta y, dentro de un área mayoritariamente musulmana que desarrolló en algún momento de la historia una de las culturas más avanzadas del mundo.

Si lo desea, usted está en derecho de preguntarse: entonces, ¿por qué esto está sucediendo?

También es un hecho que casi todos los gobiernos en la región culpan de esta situación a los EEUU, a la civilización occidental, al judaísmo, al budismo, a todos y a todo, “excepto a ellos mismos”.

            ¿Conoció Usted algún presidente o funcionario importante de algún gobierno árabe que haya hecho una sincera autocrítica sobre estos temas?

            ¿Puede usted mencionar algún presidente árabe que haya reconocido el fracaso de su gestión de gobierno?

Pues por más que busquemos en la historia no encontraremos más que el acto de valentía y visión estratégica del presidente egipcio Anwar el-Saddat, claro que ello lo llevo a su propia muerte; fue asesinado por la Hermandad Musulmana egipcia por firmar la paz con los israelíes.

Justo es decir también que en esa región viven millones de personas decentes, honestas y buenas, que son musulmanes devotos o que no son muy religiosos.

Hoy, muchos de ellos son víctimas por partida doble de un mundo exterior que, a partir del avance de grupos islamistas, está desarrollando rechazo hacia ellos por el solo hecho de ser árabes. Estas personas, también son, y debe ser dicho, victimas de su propio hábitat que les divide el corazón por ser total y absolutamente disfuncional.

La situación a tener en claro es que la vasta mayoría silenciosa de los musulmanes no forman parte del terror y de la incitación, pero tampoco se manifiestan en su contra.

Esto hace que muchos ciudadanos en Occidente, equivocadamente, los consideren cómplices por omisión y esto aplica al liderazgo político, a intelectuales, hombres de negocios y a muchos otros que ignoran que la inmensa mayoría de los musulmanes son absolutamente capaces de diferenciar entre el bien y el mal; pero están condicionados y tienen miedo a expresar sus puntos de vista por diferentes y conocidas razones.

La persecución, el encarcelamiento, el secuestro, la tortura y el asesinato es muy común entre aquellos que se manifiestan públicamente en contra del yihadismo en sus países.

Los eventos de los últimos años han disparado situaciones que siempre han existido en el mundo árabe, no son situaciones nuevas o desconocidas. Aunque nunca han estado tan desenfrenadas como en la actual agitación regional.

Usted como lector podrá escoger y formar su opinión sobre el tema.
Sin embargo, debe saber que pasarán unos cuantos años antes de que el mundo reconozca que estamos inmersos en una guerra de las ideas que ya ha manifestado no pocas y brutales acciones militares.

Usted podrá tomar su propia posición al respecto, podrá negarlo o aceptarlo, ese no es mi problema.

            Mi obligación es contribuir a que lo piense, pues ya estamos bien metidos en esa guerra.
            Y mientras más demore el mundo y la opinión pública en reconocerlo, más cruenta será esa confrontación en el costo de vidas humanas.


* Escritor, periodista árabe libanés. a la/s 16:27